Los tlaxcaltecas desempeñaron un papel crucial en la historia de la fundación y gobierno de la Nueva España después de la conquista de México. Como pueblo indígena de gran influencia y poder en la región central de México, los tlaxcaltecas fueron aliados clave de los españoles durante la conquista mexica.

Antes de la llegada de los españoles, los tlaxcaltecas habían luchado durante mucho tiempo contra el poderoso imperio mexica. Aunque finalmente fueron derrotados, su tenacidad y resistencia impresionaron a los conquistadores españoles. Hernán Cortés comprendió rápidamente el valor estratégico de contar con el apoyo de los tlaxcaltecas en su campaña para conquistar México-Tenochtitlán.

Los tlaxcaltecas se unieron a las fuerzas de Cortés en su avance hacia la capital mexica y participaron activamente en la conquista de la ciudad. Su conocimiento de la región y su experiencia en la guerra fueron de gran ayuda para los españoles. Sin su ayuda, es posible que la conquista hubiera sido mucho más difícil o incluso imposible.

Después de la conquista de México-Tenochtitlán en 1521, los tlaxcaltecas se convirtieron en un aliado leal y confiable para los españoles. Cortés apreciaba su lealtad y les otorgó una serie de privilegios y beneficios especiales. Los tlaxcaltecas fueron exentos del sistema de encomiendas, lo que les permitió mantener su autonomía y evitar la explotación del trabajo indígena.

Además, los tlaxcaltecas recibieron tierras y ganado como recompensa por su servicio a los españoles. Estos incentivos ayudaron a mantener la lealtad de los tlaxcaltecas y garantizaron una estrecha colaboración entre ellos y los españoles. Muchos tlaxcaltecas se convirtieron en aliados y seguidores de los conquistadores, y algunos incluso ocuparon cargos importantes en el gobierno colonial.

La alianza entre los tlaxcaltecas y los españoles también tuvo un impacto significativo en la religión y la cultura de los tlaxcaltecas. Muchos tlaxcaltecas se convirtieron al cristianismo y adoptaron los valores y creencias de los españoles. Esta conversión les permitió mantener una posición privilegiada en la sociedad colonial y participar activamente en el gobierno y la administración de la Nueva España.

En los primeros años después de la conquista, los tlaxcaltecas desempeñaron un papel crucial en la pacificación de la región central de México. Como aliados de los españoles, participaron en expediciones militares contra los grupos indígenas rebeldes y ayudaron a someter a los opuestos a la autoridad española. Su conocimiento de la región y su experiencia en la guerra fueron fundamentales para el éxito de estas campañas militares.

A medida que pasaba el tiempo, los tlaxcaltecas también se establecieron como una élite indígena en el gobierno colonial. Ocuparon cargos importantes como caciques, gobernadores y jueces, y se convirtieron en intermediarios clave entre la población indígena y las autoridades españolas. Algunos tlaxcaltecas incluso obtuvieron títulos nobiliarios y se convirtieron en miembros de la nobleza colonial.

Sin embargo, a pesar de su estatus privilegiado, los tlaxcaltecas también fueron víctimas de la opresión y la explotación colonial. La imposición de la encomienda y el sistema de trabajo forzado afectaron negativamente su bienestar económico y social. Aunque fueron exentos de este sistema en un principio, con el tiempo los tlaxcaltecas también fueron sujeto a la explotación y la discriminación.

En resumen, los tlaxcaltecas desempeñaron un papel fundamental en la fundación y gobierno de la Nueva España después de la conquista de México. Su alianza con los españoles les otorgó un estatus privilegiado y les permitió mantener su autonomía y participar activamente en la administración colonial. Sin embargo, también fueron víctimas de la opresión colonial y la explotación económica. La historia de los tlaxcaltecas es un testimonio del complejo y ambiguo legado de la conquista y la colonización en México.