El 18 de marzo de 1917, durante uno de los momentos más cruciales de la historia de México, nació el periódico Excélsior. En plena etapa revolucionaria, cuando el país se encontraba sumergido en un proceso de transformación y consolidación de una nueva identidad nacional, este medio de comunicación emergió como una ventana para la difusión de información, opiniones y debates políticos.
Fundado por Rafael Alducín y otros destacados periodistas de la época, Excélsior se convirtió rápidamente en un referente del periodismo mexicano. Su creación respondió a una necesidad de expresión y análisis de los acontecimientos históricos que estaban moldeando el país. Durante su primer año de vida, el periódico se enfrentó a múltiples obstáculos, como la censura y la falta de recursos económicos, pero supo mantenerse en pie y consolidarse como un medio de comunicación importante.
Desde sus inicios, Excélsior buscó ser un vínculo entre el gobierno y la sociedad. Su línea editorial se caracterizó por ser crítica pero objetiva, buscando siempre la veracidad de los hechos y el fomento de un periodismo de calidad. Durante los primeros años de vida del periódico, se abordaron temas como la reconstrucción postrevolucionaria, la consolidación del régimen político y la defensa de los derechos ciudadanos.
La labor periodística de Excélsior se vio interrumpida en varias ocasiones debido a la inestabilidad política y los cambios de gobierno. Durante el periodo presidencial de Álvaro Obregón, el periódico fue confiscado por el gobierno debido a sus críticas y denuncias de corrupción. Sin embargo, estas adversidades no lograron acallar la voz de Excélsior, que continuó informando y defendiendo la libertad de expresión.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el periódico Excélsior se consolidó como uno de los medios de comunicación más influyentes de México. Bajo la dirección de Julio Scherer García, el diario adoptó una postura crítica y se convirtió en un importante contrapeso al poder político. Durante las décadas de los 60, 70 y parte de los 80, Excélsior fue un referente para la sociedad mexicana, que buscaba informarse de manera objetiva y completa sobre los acontecimientos políticos, sociales y culturales más relevantes.
Sin embargo, en la década de los 90, el periódico pasó por una crisis interna que afectó su prestigio y credibilidad. Desacuerdos entre los accionistas, problemas financieros y una línea editorial ambigua contribuyeron al declive de Excélsior. Sin embargo, a principios del siglo XXI, el diario logró resurgir y recuperar parte de su influencia. La llegada de nuevos directivos y el fortalecimiento de su política editorial devolvieron a Excélsior su lugar como uno de los principales medios de comunicación de México.
En la actualidad, el periódico Excélsior se ha adaptado a los nuevos retos y formas de comunicación. A través de su versión impresa y digital, continúa informando sobre los acontecimientos nacionales e internacionales más relevantes. Su enfoque ha evolucionado para abordar temas de interés general, como la política, la economía, la cultura y el deporte, manteniendo siempre una postura crítica y objetiva.
En conclusión, el periódico Excélsior es un claro ejemplo del papel fundamental que han jugado los medios de comunicación en la historia de México. Desde su fundación en 1917, ha sido testigo y protagonista de los momentos más importantes del país, y ha contribuido a la construcción de una sociedad informada y crítica. Aunque ha enfrentado adversidades y cambios a lo largo de su historia, Excélsior sigue siendo un referente del periodismo mexicano y un reflejo de la evolución de la sociedad y la política en México.