El Partido Acción Nacional (PAN) fue fundado el 16 de septiembre de 1939 en México. Surgió como una respuesta a la creciente influencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y su hegemonía política en el país.
El contexto en el que se fundó el PAN fue una época de consolidación del régimen priista, que había surgido tras la Revolución Mexicana y que se caracterizaba por un sistema de partido único. El PRI promovía una política basada en la participación corporativa y en la centralización del poder en manos del presidente, lo que limitaba la pluralidad política y la competencia democrática.
Los fundadores del PAN, entre los que se encontraba Manuel Gómez Morin, buscaban establecer un partido político de derecha que se opusiera al PRI y que defendiera los valores de la democracia, la libertad individual y los principios católicos. El PAN se presentó como una alternativa política basada en la participación ciudadana y la representatividad de los intereses de los ciudadanos.
Desde sus inicios, el PAN se definió como un partido opositor al régimen priista y promovió la búsqueda de alternativas al modelo de desarrollo económico y político establecido. Aunque en sus primeros años tuvo dificultades para consolidarse como una fuerza política relevante, gradualmente fue adquiriendo presencia y apoyo popular.
Durante los primeros años de su existencia, el PAN se enfrentó a diversas adversidades, como la persecución política y la represión por parte del gobierno priista. Sin embargo, logró mantenerse como una opción política viable a través de su participación en elecciones locales y nacionales, así como a través de la promoción de sus principios y valores en distintos sectores de la sociedad.
En las décadas siguientes, el PAN se fue consolidando como una fuerza política relevante en el panorama nacional. A través de la participación en elecciones, el partido logró obtener representación en el Congreso y en los gobiernos estatales, lo que le permitió influir en la toma de decisiones y en la agenda política del país.
Durante la segunda mitad del siglo XX, el PAN se enfrentó a diversos retos y conflictos internos. Sin embargo, logró mantenerse como una opción política viable y como una de las principales fuerzas de oposición al PRI. En 2000, Vicente Fox, candidato del PAN, se convirtió en el primer presidente de México en más de 70 años en no provenir del PRI, lo que marcó un hito importante en la historia política del país.
A lo largo de los años, el PAN ha experimentado transformaciones y ajustes en su ideología y en su estrategia política. Sin embargo, ha mantenido como referentes fundamentales los principios de democracia, libertad individual y valores católicos. El partido ha buscado ser un actor relevante en la construcción de consensos y en la toma de decisiones, tanto a nivel nacional como a nivel local.
A partir de su fundación en 1939, el PAN se ha consolidado como una de las principales fuerzas políticas de México. Ha participado en elecciones, ha obtenido representación en los distintos niveles de gobierno y ha influido en la agenda política del país. El PAN ha promovido la competencia política y la pluralidad, y ha sido una opción viable para aquellos ciudadanos que buscan alternativas al régimen político establecido.