Durante el periodo de la Reforma en México, que comprendió desde 1855 a 1876, muchos conservadores se vieron obligados a exiliarse debido a las políticas liberales implementadas por el gobierno. Esta etapa de la historia mexicana se caracterizó por una serie de cambios políticos y sociales profundos, en los que la Iglesia y los conservadores perdieron gran parte de su poder e influencia. Esta situación llevó a que muchos conservadores abandonaran el país en busca de refugio en otras naciones, especialmente en Europa.
El exilio de los conservadores mexicanos durante la Reforma fue especialmente significativo debido a que muchos de ellos provenían de las clases altas y poseían grandes fortunas. Estos individuos tenían estrechos vínculos con la Iglesia y el antiguo régimen colonial, por lo que se sentían amenazados por las reformas impulsadas por los liberales. La legislación reformista, que buscaba la secularización de la sociedad mexicana y la creación de un Estado laico, fue mal vista por los conservadores, ya que socavaba sus privilegios y su posición en la sociedad.
El exilio de los conservadores mexicanos se llevó a cabo en diferentes momentos y de diversas maneras. Algunos decidieron abandonar el país ante el temor de represalias por parte del gobierno. Otros fueron exiliados forzosamente, a menudo como resultado de su participación en movimientos de resistencia o conspiraciones contra el gobierno liberal. Muchos encontraron refugio en países como Italia, Francia, España e Inglaterra, donde formaron comunidades conservadoras y mantuvieron su influencia política y social.
Durante su exilio, los conservadores mexicanos trataron de mantenerse activos en la política y de promover sus ideales y objetivos. Establecieron contactos con otros conservadores en el extranjero y buscaron apoyo para sus causas en Europa. Algunos incluso participaron en conspiraciones y complots para derrocar al gobierno liberal en México.
El exilio de los conservadores mexicanos durante la Reforma tuvo un impacto significativo en la vida política y social del país. La ausencia de estas élites conservadoras permitió a los liberales consolidar su poder y avanzar en la implementación de sus políticas reformistas. Sin embargo, los conservadores en el exilio continuaron siendo una fuerza política y social importante, y mantuvieron su lucha por el restablecimiento del antiguo régimen.
El exilio también tuvo un impacto económico en México, ya que muchos de los conservadores que abandonaron el país eran propietarios de tierras y empresas. Su partida dejó vacantes importantes puestos de trabajo y dejó un vacío en la economía mexicana.
A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrentaron, los conservadores mexicanos en el exilio lograron mantener vivas sus ideas y su lucha por la restauración del orden conservador en México. A través de publicaciones, correspondencia y redes de apoyo, siguieron influyendo en la opinión política y social en su país de origen.
El exilio de los conservadores mexicanos durante la Reforma en México fue un episodio importante en la historia de México. Representó la resistencia de un sector de la sociedad que se oponía a los cambios impulsados por los liberales, y marcó el comienzo de un período de lucha y conflictos en la historia mexicana. La influencia de los conservadores en el exilio fue significativa y tuvo un impacto duradero en la política y la sociedad del país.