Los tlaxcaltecas fueron un pueblo indígena que habitaba en la región central de México, en lo que hoy es el estado de Tlaxcala. Eran conocidos por su valentía y habilidades militares, y jugaron un papel importante en la conquista de México por parte de los españoles en el siglo XVI.
Antes de la llegada de los españoles, los tlaxcaltecas eran un pueblo independiente y guerrero. Se organizaban en una federación de cuatro señoríos principales: Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuiztlan. Cada señorío estaba gobernado por un tlatoani o gobernante.
Los tlaxcaltecas se enfrentaron a los mexicas (aztecas) y fueron uno de los principales enemigos de su poderoso imperio. En el siglo XVI, los tlaxcaltecas formaron una alianza estratégica con Hernán Cortés y sus tropas españolas en su lucha contra los mexicas. Esta alianza resultó crucial en la conquista de México-Tenochtitlán y el posterior sometimiento del imperio azteca.
La alianza entre los tlaxcaltecas y los españoles fue compleja y tuvo consecuencias significativas para los tlaxcaltecas. Si bien ayudaron a los españoles en la conquista, también se convirtieron en súbditos del dominio colonial español. A pesar de esto, los tlaxcaltecas lograron mantener cierta autonomía y se les otorgaron privilegios especiales por parte de los españoles.
En el periodo colonial, los tlaxcaltecas se convirtieron al cristianismo y adoptaron aspectos de la cultura española. Sin embargo, también conservaron muchas de sus tradiciones y costumbres ancestrales. La ciudad de Tlaxcala se convirtió en un importante centro colonial y su arquitectura refleja la mezcla de elementos indígenas y españoles.
Hoy en día, los tlaxcaltecas continúan siendo una parte importante de la sociedad y la identidad cultural de Tlaxcala. Se siguen hablando el idioma náhuatl y se mantienen tradiciones culturales, como danzas y festividades, que son un reflejo de su pasado prehispánico y colonial.