Los teotihuacanos fueron una antigua civilización que se desarrolló en la región central de México, en lo que hoy es el estado de México, durante el período clásico mesoamericano, aproximadamente entre los siglos I y VII d.C. Son conocidos por construir una de las ciudades más grandes y significativas de la antigua Mesoamérica: Teotihuacán.
Teotihuacán, que significa "Lugar donde fueron hechos los dioses" en náhuatl, fue una ciudad monumental que alcanzó su apogeo en el siglo III d.C. y llegó a tener una población estimada de más de 100,000 habitantes. Sus principales estructuras arquitectónicas incluyen la Pirámide del Sol, la Pirámide de la Luna, la Calzada de los Muertos y el Templo de Quetzalcóatl, entre otros.
La sociedad teotihuacana estaba organizada en una estructura jerárquica, con una elite gobernante que controlaba la ciudad y sus vastos recursos. La economía se basaba en la agricultura, el comercio y la producción artesanal. Los teotihuacanos eran hábiles artesanos y comerciantes, y se han encontrado evidencias de su influencia comercial en diversas regiones de Mesoamérica.
La religión ocupaba un lugar central en la vida de los teotihuacanos. Adoraban a varios dioses, como Tláloc (dios de la lluvia) y Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), y realizaban ceremonias y rituales en los templos y plazas de la ciudad. También se practicaban sacrificios humanos como parte de sus creencias religiosas.
A pesar de ser una de las ciudades más importantes de su tiempo, el declive de Teotihuacán ocurrió en el siglo VII d.C., cuando la ciudad fue abandonada y sufrió una serie de incendios y destrucciones. Aunque las razones exactas de su caída aún son objeto de debate, se cree que factores como conflictos internos, cambios políticos y sociales, y posiblemente eventos naturales, contribuyeron a su colapso.
Aunque Teotihuacán fue abandonada como ciudad, su influencia cultural perduró en las civilizaciones posteriores de Mesoamérica. Tanto los toltecas como los aztecas veneraron y consideraron sagrada a Teotihuacán, y muchos de sus mitos y tradiciones se derivan de esta antigua civilización. Hoy en día, Teotihuacán es un importante sitio arqueológico y uno de los destinos turísticos más visitados en México.
