Los mayas fueron una antigua civilización que prosperó en Mesoamérica, principalmente en la región que hoy en día corresponde a México, Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. La civilización maya alcanzó su apogeo durante el Período Clásico, aproximadamente entre los años 250 y 900 d.C., aunque sus contribuciones culturales y arquitectónicas se remontan incluso al año 2000 a.C.
La civilización maya se destacó por su avanzado conocimiento en diversos campos, como matemáticas, astronomía, arquitectura, escritura y arte. Desarrollaron un sistema de escritura jeroglífica único y sofisticado, así como un calendario preciso que combinaba ciclos astronómicos y agrícolas. También construyeron impresionantes ciudades y complejos ceremoniales, con imponentes pirámides, palacios y observatorios astronómicos.
La sociedad maya estaba organizada en una estructura jerárquica, con gobernantes en la cima y una clase sacerdotal poderosa. Eran agricultores expertos y cultivaban cultivos como el maíz, frijoles y calabazas. Además, el comercio desempeñó un papel importante en su economía, y los mayas participaban en redes comerciales extensas que abarcaban grandes distancias.
La religión maya era poliédrica y permeaba todos los aspectos de la vida. Realizaban rituales y ceremonias para honrar a sus dioses y pedir bendiciones para la comunidad. También practicaban sacrificios humanos, que consideraban necesarios para mantener el equilibrio cósmico.
Aunque la civilización maya sufrió un colapso en el siglo IX d.C., con el abandono de muchas de sus ciudades, su legado cultural y su influencia perduraron. Los descendientes de los mayas todavía viven en la región y preservan tradiciones y costumbres ancestrales. La escritura maya fue finalmente decifrada en el siglo XIX, lo que permitió un mejor entendimiento de su historia y logros.